Y esconde la sorna, el manró y los jurdeles,
si vienen los payos, los picos, las leyes,
cucharas que nos guardan en la estaribel,
respeta a tus batos y nunca les bailes
el agua a otras manos,
ni bebas los mares por nadie
que la sangre te quiera beber,
por nosotros no muere undebel.
Que no han de corrernos randando sus peras,
y su puta madre que aguante las velas,
que mueran costaleros que quieran coger
nuestros pies de madera
que abrazan las brasas sin nadie que vea
que el día está herido y la noche cojea
y jalea, que les duele vernos recoger
la alegría en puñados de a diez
y con ella saciar el puchero
que el ruido de tripas es un sonajero,
y en cueros, se adormece como un churumbel
el amor verdadero,
que no le hace falta deshojar claveles,
ni billetes gordos, ni lucir laureles,
¡qué vuelen!, que nos dejen en paz recoger
la alegría en puñados de a diez
---Que no queremos ser tanto.
Queremos vivir en nuestra tierra
agrietada de manantiales cristalinos,
andar un poco más lejos que las fronteras
por la sublime añoranza del regreso.
Que no queremos ser tanto.
Queremos ser un poco de sol y un poco de noche,
queremos ser viento y calma,
tormenta, lluvia y olor de tierra mojada.---(Manolillo Chinato)
jueves, 3 de julio de 2008
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